En todo este día estuvo callado el cañón del enemigo, se ocupó en adelantar sus trabajos y el cañón de la plaza en desbaratarlos y estorbar que los hicieran, por lo que se cree sea grande la pérdida del enemigo; a las ocho de la noche empezaron a entrar en la Plaza las bombas y granadas, y sin embargo que a las diez estaba concluido otro fuego, fueron 80 las que arrojó el enemigo en otras dos horas, casi toda la ciudad fue molestada, pero no se sabe que hubiese habido más que una o dos desgracias. En esta noche a las doce de ella salió para Elvas el Segundo General en Jefe con el objeto de apremiar la marcha de nuestra caballería y de las divisiones de infantería que venían de Lisboa. Las subsistencias se encuentran en abundancia, y si los molinos no estuviesen aguados habría pan en abundancia, pues el vecindario todo lo ha franqueado.
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