Comenzamos hoy la transcripción de la que figura como "Tercera Defensa" en la "Relación de los Sitios y Defensas de Olivenza, de Badajoz y de Campo-Mayor en 1811 y 1812" realizadas por un testigo de excepción, el Coronel de Ingenieros francés Lamare, en su traducción por Enrique Segura Otaño en 1934.
También se añadirán textos de otras fuentes o comentarios de nuestros colaboradores que ayuden a mejorar la visión de este cuarto y definitivo asedio a nuestra ciudad.
Tercera Defensa de Badajoz
Las fuerzas considerables que los aliados habían reunido al comenzar el año 1812 en el mediodía, sobre todo en Cádiz, habían impedido al Duque de Dalmacia [i] continuar el proyecto que había formado contra Portugal, y tal estado de cosas fue favorable a lord Wellington, pues el Duque de Ragusa[ii] permanecía alejado, sin duda en razón de la dificultad de sostener su ejército en un país que no había cesado de ser la base de todas las operaciones militares. Enterado de nuestra posición, elgeneral inglés resolvió sitiar por tercera vez Badajoz. La esperanza del éxito en esta nueva empresa se fundaba en el aislamiento de esta plaza, que se hallaba abandonada a sus propias fuerzas, y alejada más de cuarenta leguas del centro de operaciones de los ejércitos franceses.
Así,en el mes de febrero, las noticias recibidas de los espías anunciaban que los aliados reunían gran cantidad de víveres y de municiones en Elvas, y que más de 20.000 obreros estaban empleados en confeccionar cestones, fajinas y otros objetos destinados al sitio. Estos informes fueron recogidos con inquietud por el gobernador y trasmitidos al mariscal Duque de Dalmacia.
El 10 de marzo se supo que el enemigo había reunido 78 cañones de grueso calibre para el sitio, y otros avisos hicieron saber al mismo tiempo que más de 50.000 hombres se encontraban entre Portalegre, Estremoz y Villaviciosa. El gobernador comunico de nuevo al mariscal que no era posible dudar que Badajoz no tardaría mucho en ser sitiado, y que el enemigo se envanecía abiertamente de hacerse dueño de la plaza antes de que pudiera ser socorrida.
El director de artillería, en sus informes al general Ruty, pedía con insistenciapólvoras y proyectiles sin carga, de que carecían. Dos veces las municiones salieron de Sevilla y dos veces fueron cogidas en el camino, de suerte queBadajoz no fue suficientemente aprovisionado.
El director de fortificaciones se apresuro también a dar aviso al general Léry de los preparativos del enemigo y de las disposiciones que había tornado para ladefensa; le dio a conocer su opinión respecto al tiempo durante el cual la plaza podría resistir el ataque más vigoroso y mejor dirigido. Estos cálculosle autorizaron a fijar el máximum de la defensa de veinte a veinticinco días de trinchera abierta. El resultado demostró que esta aproximación era bastante justa; se debía esperar, además,que los ingleses realizarían esfuerzos extraordinarios; se recordaba que habían sido humillados en los dos sitios precedentes, y que la presencia de Lord Wellingtonera motivo suficiente para que no dejasen de realizar nada de cuanto debía asegurarles el éxito de una tercera tentativa.
Pero antes de entrar en los detalles del sitio daremos a conocer, de una manera sucinta, las obras que se habían ejecutado después de fines de junio de 1811,hasta la nueva aparición de los ingleses en marzo de 1812, a fin de que sepueda apreciar cual era el estado y las fuerzas de la plaza.
Como el enemigo había dirigido en los dos primeros sitios todos sus esfuerzos contra San Cristóbal y el Castillo, el Duque de Dalmacia dispuso que esta parte de la plaza fuese reforzada; ordenó, en consecuencia, la construcción de la luneta (costado 36)[iii],sobre el emplazamiento que los ingleses habían ocupado para establecer su batería de brecha contra este fuerte. Los fosos de esta luneta fueron abiertos a pico en la roca, con ayuda de petardos, a cuatro metros y medio de profundidad. Un almacén de pólvora y un alojamiento, blindado a toda prueba, para 50 hombres ,se construyo en un través, y la gola, cerrada por un buen muro almenado, ponía esta obra al abrigo de un ataque a viva fuerza, aunque estuviese un poco alejada del fuerte de San Cristóbal, pero desenfilada de alturas y dominandotodos los alrededores. La artillería la había provisto de las piezas y proyectiles necesarios. En fin, se puso tanta actividad en la construcción de esta luneta, que el general en jefe miraba como muy importante, que se acabo dehacer antes de fin de septiembre. Recibió la denominación de luneta Verlé, en memoria del general de este nombre, muerto gloriosamente en la batalla de La Albuera.
Las dos brechas de San Cristóbal habían sido cerradas, los fosos de este fuerte ahondados en la roca para hacerlos más profundos, revestidas las contraescarpas con mampostería y los glacis elevados, con objeto de ocultar las escarpas, que eran vistas anteriormente hasta el pie. Después de este trabajo se hallaban tan ocultas a las vistas del exterior, quepara hacer brecha en el revestimiento hubiera sido necesario establecer baterías en los caminos cubiertos. Además se hicieron aprovisionamientos en el interior de materiales precisos para construir un almacén de pólvora, una cisterna y una pequeña caserna abovedada a toda prueba.
La cabeza del puente, que había sido casi destruida durante el último sitio, fue reparada, del mismo modo que la comunicación del fuerte de San Cristóbal. En fin; estas obras, cuya ejecución se debía al Duque de Dalmacia, se llevaron con tal actividad que, cuando el enemigo apareció, habían llegado al grado de perfección indispensable a su fin, y esta parte de la plaza se hallaba en un estado de defensa respetable. Pero quedaba todavía mucho por hacer para conseguir el mismo resultado en la otra orilla, de modo que seestableciese entre las dos un justo equilibrio de fuerzas.
La obra coronada de Pardaleras había sido levantada de sus ruinas, la gola cerrada por un muro almenado, los fosos ahondados, el ramal, el “medio-bastión” y el baluarte de la izquierda elevados, para ver de revés el terreno delante de los frentes 1, 2, 3, entre este fuertey el Guadiana; un almacén de pólvora y un alojamiento a toda pruebareconstruidos, el camino cubierto reparado y la empalizada nueva, y la comunicaciónen caponera rehecha sobre un nuevo trazado, dando todo ello a esta obra lafortaleza que se podía desear, teniendo en cuenta el tiempo empleado y los gastos que se habían hecho.
La media luna del frente 2, 3[iv], trazada antiguamente por los españoles, se continuó a fines de 1811; se termino su revestimiento de mamposteríay los terraplenes de tierra en 1812, y esta obra aumento mucho la seguridad de esta parte de la plaza. Las dos medias lunas de los frentes laterales se comenzaronen el mes de febrero, cuando los rumores de un nuevo sitio empezaron acircular. Las tropas de la guarnición, que eran, por decirlo así, los únicos trabajadores con quienes se podía contar, estaban llenas de entusiasmo, y en poco tiempo el revestimiento de mampostería de la medialuna del frente 1, 2, se elevo a un metro sesenta centímetros por encima de los cimientos; el del frente 3, 4,construido enteramente de tierra por falta de materiales, comenzaba a tomar relieve por encima de los glacis, y hubiera podido, lo mismo que los otros dos, terminarse ya en estado de defensa en los primeros días del sitio, si el enemigo no hubiera dirigido sus ataques sobre este punto. Por último, una cuneta de dos metros de profundidad y de igual anchura se empezó en el foso del cuerpo de la plaza, desde el baluarte numero 1 hasta el numero 3, y a pesar de estas mejoras y las de las minas defensivas hechas en 1811, estos dos frentes se hallaban lo suficientemente débiles para ser elegidos conpreferencia como punto de ataque[v].
Las minas practicadas en los terraplenes de los baluartes 1, 2, 3, destinadas a volar estas obras, fueron perfeccionadas, y la resolución que se había tomado aeste respecto no fallo, como se verá después, más que por la falta de pólvora que se tuvo hacia el fin del sitio.
[i] Duque de Dalmacia: Mariscal Soult, Jefe del Ejército de Andalucía,con cuartel general en Sevilla
[ii] Duque de Ragusa: Mariscal Marmont, Jefe del Ejército de Portugal,en esos momentos acantonado en Salamanca
[iii] Las referencias numéricas de lasobras de fortificación se corresponden con el dibujo nº3 de la lámina incluidaen el libro de Lamare, disponible en nuestra web: http://badajoz1812.blogspot.com/2010/08/defensas-de-badajoz.html
[iv] Baluartes: 1/S. Vicente, 2/S. José, 3/Santiago, 4/S. Juan, 5/S.Roque, 6/Sta. Mª,7/Trinidad, 8/S.Pedro, 9/S.Antonio
[v] Nota del Autor: Los franceses no pudieron dirigir suataque (en 1811) sobre estos frentes porque no ocupaban la orilla derecha delGuadiana al comenzar las operaciones del sitio.
2 Opiniones:
Lamare llama a este sitio el tercero y , en efecto...para los franceses, pero no para los aliados ya que el de 1811 debe considerarse un solo sitio. Como sabemos, se inició el primer sitio aliado el 4 de mayo y las tropas se trasladaron a La Albuera en el 15, los españoles del 5º Ejército en la madrugada del16, y el día 17 ya había de nuevo destacamentos aliados en los alrededores de Badajoz. Lamare señala que fue el 20, en efecto el 20 ya estaba completado el cerco y asentada la artillería y en fuego.
Yo entiendo que debía ser considerado un solo sitio, aunque si nos apuntamos otro quedamos mejor..porque tenemos más, muy posiblemente como pretendía Lamare...
Lamare habla de la "Tercera Defensa" y en efecto, para los franceses era la tercera vez que defendían Badajoz, la otra vez habían atacado.
En la versión británica del "Diario de los Sitios" de Jones también diferencia entre el primer asedio aliado y el segundo, poniéndolos en capítulos distintos y aunque algunas fuerzas británicas se mantuvieron próximas a la ciudad, entre el 13 y el 19 de mayo de 1811 Badajoz no estaba completamente cercada...
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