(11 de febrero de 1810)
En
el año de 1810, las tropas
napoleónicas ocupan casi toda España y se plantan por primera vez frente a las
magníficas fortificaciones de Badajoz,
que junto con Cádiz, se mantienen airosas haciéndoles frente. Tras superar a
las tropas españolas que pretendían cerrarles el paso en las sierras del sur de
la provincia, las avanzadas del ejército francés, mandado por el Mariscal
Mortier, comienzan el 10 de febrero
a desplegar alrededor de la ciudad para proceder a su cerco. La guarnición se
encuentra muy disminuida, pero sabe que si es capaz de dificultar las
actuaciones del enemigo durante unos días, llegarán las tropas de socorro, aunque se enfrentan a un ejército de unos 9.000 hombres, con cerca de 1.000 jinetes de caballería.
Gracias
a las heroicas e incluso temerarias acciones de los vecinos de Badajoz que, rechazando las propuestas enemigas de
rendición, se incorporaban voluntariamente a las salidas de las tropas y
colaboraban codo a codo con los soldados, se consiguió que los franceses se reagruparan
en algunos puntos, desprotegiendo otros, lo que permitió el hueco suficiente en
su despliegue para que, la noche del 12 de febrero, entrara en la ciudad una
potente columna de refuerzo, al mando del valiente general Menacho.
Badajoz
se había salvado. Se había enfrentado con valor a un terrible enemigo la
primera vez que había osado tratar de rendir la plaza, y el francés, viendo que
su objetivo resultaba ahora más difícil, y no contando con la artillería y
material suficiente para un largo asedio, se retiró de nuevo hacia el sur.
(Condecoración concedida a las tropas que defendieron Badajoz en 1810)
Meses
después, en la sitiada ciudad de Cádiz, donde se refugia la Junta Suprema, con
los teatros cerrados y la población con serios problemas al ver prolongarse el
asedio, va a surgir un tipo de género musical que ha venido a describirse como Música Patriótica, y que se extenderá
de forma subversiva a toda la España ocupada, con la finalidad de estimular el patriotismo y aunar todos los
esfuerzos contra el enemigo.
En contraposición a los himnos cantados a coro
por actores y público exaltado en los teatros, se trataba de canciones
ejecutadas por solistas con el acompañamiento del piano, que tuvieron un gran
éxito en el ambiente privado y familiar, como se desprende de los testimonios
de escritores como Alcalá Galiano o Mesonero Romanos.
Para la música de estas obras se solían
utilizar melodías populares (seguidillas, fandangos o jotas), o de la esfera
lirica, ya conocidas. A ellas se aplicaban las letras que ensalzaban el
espíritu heroico de la nación o difundían noticias sobre victorias propias, lo
que permitía una popularización inmediata.
En otras ocasiones, la colaboración
entre poetas y músicos de renombre generaba piezas de una mayor calidad musical
y estilística, como es el caso que nos ocupa, el Himno a Badajoz Vencedora, compuesta por el presbítero D. Francisco José de Molle.
(Portada de la partitura)
Este
curioso personaje(1), que además de religioso fue un activo articulista en
multitud de periódicos y gacetas, compuso algunos temas musicales de este tipo,
con una calidad digna de ser resaltada.
De
Molle utiliza el ejemplo de Badajoz enfrentándose casi sin medios al invasor,
para levantar los ánimos de los vecinos de Cádiz, que se encuentran ahora en
una situación similar, en el mes de junio de 1810.
El
tema tuvo su aceptación, pues llegó incluso a publicarse en el mes de octubre
nada menos que en la ciudad de Valencia. Pero la caída de Badajoz en poder de
los franceses en su segundo y definitivo asedio, en marzo del año siguiente, tras
la heroica muerte en combate de su principal valedor, el general Menacho, hizo
que el “Himno a Badajoz Vencedora” dejara de interpretarse, para acabar
olvidado en el fondo de los cajones durante más de doscientos años(2).
(Partitura del Himno a Badajoz Vencedora)
HIMNO A BADAJOZ VENCEDORA
(Voz majestuosa)
Badajoz del tirano del orbe
vió las tropas sangrientas llegar
que en sus muros quisieron altivas
el infame pendón tremolar,
el infame pendón tremolar.
Más alzando la impávida frente
sus guerreros en torno llamó,
fiel escudo y espada valiente
de sus pechos y brazos formó,
y brazos formó.
(Coro)
Patriotas, mil cantos alegres
entonemos con plácida voz,
del orgullo francés este día
valerosa triunfó Badajoz.
del orgullo francés este día
valerosa triunfó Badajoz (x2)
Patriotas, mil cantos alegres
entonemos con plácida voz,
del orgullo francés este día
valerosa triunfó Badajoz.
del orgullo francés este día
valerosa triunfó Badajoz (x2)
(1) Francisco José de Molle llegaría a ser capellán de honor de SM en 1814 por su encendida defensa de la autoridad real, manteniéndose siempre del lado de los absolutistas en los enfrentamientos con los liberales que caracterizarían el reinado de Fernando VII.
(2) Sería el historiador pacense Jacinto Marabel quien la citara por primera vez en un artículo sobre el general Menacho publicado en la Revista de Estudios Extremeños en 2016.