Diario de un habitante de Badajoz
Ventoso y fresco. En este día los trabajos de los sitiadores amanecieron considerablemente adelantados, pues aparecieron terminadas las dos baterías que anteriormente se habían construido contra San Cristóbal y la cabeza de puente en los días 9 y 11, y que los franceses habían demolido los días 16.17.18. Además de esto se vio un camino cubierto, que comenzaba en el cerro de San Miguel, atravesaba por los huertos, casa del Tinoco, el lugar denominado Tinajero y que terminaba en el Pico. A las nueve de la mañana salieron de la plaza unos cincuenta tiradores con el objetivo de disparar a los que trabajaban el camino cubierto. Sin embargo tuvieron que retirarse hacia el pequeño puente de cinco arcos que está junto al revellín de San Roque trayendo un soldado muerto y dos heridos. La tarde pasó toda con fuego de mosquete y los franceses tuvieron siete muertos y veinticuatro heridos, cogiendo como prisioneros a un portugués ya un músico inglés herido. Los disparos de bala y metralla se contaron en quinientos.
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