sábado, 5 de marzo de 2011

Día 5 de Marzo de 1811

Diario de los defensores

Los enemigos han arrojado a la Plaza 11 bombas y 34 granadas, tiradas con dos morteros colocados en la estacada del foso: se les ha correspondido con vivo fuego de nuestras baterías, singularmente con granadas y polladas que no dejan de molestarles; pero no suspenden su trabajo en el caballero de trinchera, adelantan bastante porque a fuerza de sangre y de sacrificios sostienen su Zapa: todos los medios que son imaginables se buscan y facilitan para contener y desbaratar su plan y al tiempo que ellos forman sus obras con pérdidas, no se descuida la Plaza en poner nuevos obstáculos para frustrar su idea; esta se ve es dirigida a abrir brecha, no se duda que a fuerza de millares de víctimas podrán conseguirlo, pero aun con ella, no se teme su arrogancia ni desmayará un Pueblo y una Tropa decidida a sacrificarse. Con todo, confían mucho que el socorro de los ingleses será quien liberte esta Plaza de nuestro pérfido enemigo; aguardan aquel feliz día con el mayor deseo para aniquilar la presunción del Tirano. Por la parte de Gévora se vieron aumentar las fuerzas que cubren aquel puente con 224 caballos procedentes del Montijo según la dirección que traían. Se han aproximado a las casas del Tinoco 80 caballos y otros tantos infantes con la intención de apoderarse de los ganados que pacían en aquellas inmediaciones; se les recibió con serenidad y tuvieron que abandonar su temeraria empresa con pérdida de dos hombres que murieron el acto.


2 Opiniones:

Fernando dijo...

Las "polladas" a que hace referencia hoy el diario era una munición de Artillería similar a los botes de metralla, pero en lugar de llevar bolas macizas llevaba granadas explosivas, con sus correspondientes estopines y mechas que se iniciaban simultáneamente con el disparo del cañón.

Hacían pues, más daño, ya que al caer hacían explosión dispersando aún más la metralla.

Fernando dijo...

Las casas del Tinoco eran construcciones de una casa fuerte, con muros aspillerados, que se levantaba aislada sobre el camino de Mérida.

Los escasos restos que se han salvado son conocidos como "la casa de la rotonda", en plena avenida de la Ronda Norte. La mayoría de nuestros conciudadanos no sabe qué es este edificio y porqué se ha conservado.

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